Los amigos de mis hijos
La cosa
va así…
De memento
este tema lo controlo. Los conozco desde pequeños. Son los del colegio, los del
parque, los del apartamento, los vecinos… conozco sus padres. Los he visto
crecer. Se de que pie cojean y lo bueno que tienen. Hay muchos momentos
compartidos. Vivencias, complicidad… Es una época preciosa.
Los ves
crecer, los ves cambiar, madurar… tontear… son, en fin, uno más de la familia.
Y todo esto me pasa sin cambiarles de colegio. Porque han ido creciendo en el mismo sitio y con la misma gente….
¿Los hijos de mis amigos, son sus
amigos? Aquí nuestros
hijos han seguido nuestros planes, han conocido nuestra vida, se la hemos mostrado: “esto hacemos y con estos amigos vamos” y al principio, si no hay
mucha confianza, les cuesta adaptarse, pero una vez deshecho el hielo, son
íntimos y se llevan de maravilla.
Luego,
en más quedadas ya no hay problema. Siguen nuestro ritmo. Fines de semana de excursiones,
esquiadas….
Sus círculos
de amistades se amplían.
Poco a
poco, el mundo se abre a sus pies y se cierra a tu perspectiva…
Esos amigos que no controlo, pero que me
cuentan. Todos los
que conocen en casales, colonias, campamentos. Te explican de ellos. Los saludan
al verlos felices, los abrazan. Se ríen juntos recordando vivencias…
Luego crecen
y llega un momento en que los cambias de colegio… por A o por B… decides o hay
que cambiarlos…. Allí, en ese momento, amiga mía… perdemos las riendas…
¿Quiénes son tus amigos? No conoces los padres, no los
has visto crecer… si le dices: -" ¿Guillermito qué?” pensando que el
apellido te daría una pista, te equivocas. Sólo consigues que te miren mal y
encima te tachen de tonta….
Lo que
entonces puedes hacer es decirle al “niño/a”: - “venir
a casa por la tarde, no estéis de paseo por allí. Merendar, escuchar música,
jugar a la play”… que además con la crisis, tampoco hay dinero para que
estén siempre por ahí… merendando, cine… de vez en cuando sí, pero siempre, pues
no.
Esto
es ideal. Porque así ves y conoces “esos amigos “….
Los amigos o mi espacio.
Y sí,
vienen a casa y tu les conoces., si. Eso es ideal. Pero los días pasan. Los amigos
se instalan y tú te quedas sin comedor, sin sofá, sin tele… ¿y qué haces? Encerrarte en tu habitación y dejarles la
casa.
¡¡Ay,
ay, ay!! Los amigos… ¿son sus amigos, mis
enemigos?
10 comentarios
Ay no maja, acabo de decirle a Miss Airgam que me gustaba su táctica de invitar a los amigos a casa pero si me dices que me van a quitar mi sofå...ni de broma! La que me espera...aysss... Un besote
ResponderEliminarEs muy buena táctica, si. Pero claro, a veces quieres estar tranquila y te ves rodeada de muchachotes "apestosos" hormonalmente hablando... jajaja. ;-)
EliminarNo se que hice, pero he escrito una respuesta y se ha borrado. Vuelvo a intentarlo:
ResponderEliminarDecía que sí, se apoderan del sofá para leer o jugar a la Play, y de la mesa de la cocina para los juegos de mesa (la del comedor de todas formas está impracticable gracias a la afición de la pequeña por las manualidades). Algunos hasta abran la nevera sin permiso, aunque por suerte esto lo reconocimos, y también lo de que pasen por nuestro lado y no digan ni 'mu', hombre que una seña almenos podrían regalar, enfin.
Lo bueno de esto es que les conoces, y tus hijos pues confían un poquitín más en ti, bien es verdad es que acabas escuchando confidencias de otros que te pillan y se desahogan de lo que sea.
Esta estrategia no está tan mal teniendo en cuenta que con el paso de no tantos años, recuperaremos el sofa, y nos podremos sentar en él, mientras pensamos ¿dónde diantres estarán ahora mis cachorros?, ¡ay!
Genial post, me pegaré a tí como lapa para seguir aprendiendo, ...
Muacs.
Han salido unas palabras un poco raras porque el ordenador tiene la costumbre de intentar corregirme sin avisar, y no me he debido dar cuenta. Cuando debía 'reconocimos' quería decir reconducimos. Ups!
EliminarTienes toda la razón. los conoces, los escuchas y los observas.... Y siempre mejor quedarse sin sofá que tener la casa vacía.
EliminarGracias! ^_^
Un beso
Tal cual..... te quedas siendo una extraña en tu propia casa..... pero los conoces, los ves, los intuyes.... y mejor en casa que en la calle
ResponderEliminarY la que se avecina querida....
eso siempre.... y me tiemblan las piernas solo de pensarlo... ¿quién me mandó meterme en ésto? ;-)
EliminarYo le llevo seis años a mi hermana, así que viví su preadolescencia y adolescencia desde una etapa un poco más madura y siempre recuerdo a sus amigas metidas en casa. De hecho, se pasaban las tardes allí. Invadían la cocina para bailar; pulverizaron dos vídeos a base de darle para delante y atrás a los vídeos de Bon Jovi, y se cargaron el travesaño de un sofá a base de "dejarse caer" en vez de sentarse. A mí, entonces, me parecía la cosa más normal del mundo, peor ahora que lo pienso, me pregunto ¿dónde estabamos mis padres y yo entonces?... en alguna habitación deberíamos estar metidos, no?
ResponderEliminarTu post me encanta, sobre todo en esa parte en la que dices que "Sus círculos de amistades se amplían.
Poco a poco, el mundo se abre a sus pies y se cierra a tu perspectiva…" A mí siempre me ha gustado que Power Flower, a pesar de ser todavía pequeña, se mueva en varios círculos -el del cole, el del parque, el de las actividades extraescolares...- pero sí es cierto que cuanta más gente, más díficil es llevar un mínimo de control de con quien andas. Es lo que aquí en Galicia diríamos : "Y luego, tú de quién vienes siendo?".
Gracias por tu aportación!
Súmale el círculo extra curricular, el de los amigos de los amigos, el de los hermanos de los amigos... Vivo en la tierra del playdate y no he podido acostumbrarme a eso. En este aspecto voy creciendo igual que mis hijos.
ResponderEliminarEs tan interesante leer el tema social en niños más grandes!!
Mi bichi es muy pequeña y tiene compañeros de cole que conozco perfectamente, pero este año cambia de cole asi que me tocará conocer nuevos niños. Me encanta esta nueva iniciativa.
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